¿Cola o no?

La cola era el elemento diferenciador de la clase social de la novia en la época de la Edad Media. Mucho ha llovido desde entonces pues ahora es meramente una característica más del vestido de novia pero que se ha convertido en un imprescindible para diferenciarlo de otro tipo de vestidos. Y es que una no da el sí quiero todos los días por lo que para ese día una quiere lucir como una auténtica novia.

No hay un tipo de cola standard si no que las hay diferentes tipos: barrida, de capilla, catedral, real, watteau… según el vestido que quieras encontrarás un tipo u otro. La ideal es la que no es excesivamente larga pero que luzca vistosa y que se pueda recoger luego durante el baile.Piensa que es el día más importante de tu vida, o de los más importantes, y que verán todos tus invitados cuando estés entrando por la iglesia o donde sea que te cases.

La cola del vestido de novia tiene algunas características, tiene caída por la parte posterior del vestido, se extiende en el piso de manera elegante, es un toque de distinción, altura y porte a la figura de la novia.

Cola de tipo Barrida

La cola barrida se caracteriza por dar algo de volumen a la parte posterior de tu vestido pero sin crear una larga cola. La parte que desliza sobre el suelo es muy leve por lo que, si simplemente quieres crear en tu vestido esa idea de cola pero sin cola, este es el ideal. 

Puedes utilizarlo para cualquier tipo de ceremonias (tanto civiles si quieres llevar un traje clásico, como para religiosas…) y en cualquier lugar (tanto campo, playa o iglesia) puesto que no desliza mucho sobre el suelo.  Es el más corto de todos los estilos, se extiende más o menos unos 30 centímetros, a partir de donde la falda toca el suelo.

Cola de tipo Capilla

Una de las colas preferidas y más utilizadas por las novias es la cola  capilla. ¿Por qué?  No canta de largo, pero sí que tiene una longitud suficiente como para que sea vistoso. Se encuentra entre la cola barrida y la cola catedral. Esta se extiende más o menos metro y medio desde la cintura.  Dos de sus virtudes es que este tipo de cola se luce durante la ceremonia y que, además, puedes recogértela fácilmente. 

Si eres una mujer clásica, que le gustan las colas largas y que va a celebrar su boda en una gran iglesia y quieres destacar… la cola catedral es la tuya. Mide más o menos dos metros desde la parte baja de la cintura. Para estas colas, que resaltan bastante, tienes que tener especial cuidado tanto en su creación como en la colocación durante la ceremonia para que  no quede fea. Piensa que todos los invitados estarán observándola.

Cola tipo Catedral

La cola real: El nombre ya lo dice todo ¿no? Recuerdas bodas reales? Sus largas, por no decir, infinitas colas? Esa es. Desde tres metros en adelante es lo que mide la cola. Para esta cola necesitaras a damitas de honor, pajes o cualquier ayuda para que tu cola luzca perfecta en todo momento. Te recomendamos que tengas otro vestido de repuesto para después de la ceremonia porque con esas medidas estarás muy incómoda y no podrás moverte con facilidad.

Cola tipo Real

Cola tipo Watteau

Por último, la cola watteau se diferencia del resto porque sale desde la parte superior del vestido desde los hombros o desde la espalda. Puede dar una sensación más de capa que de cola,  ya que el watteau puede caer simplemente hasta el suelo o prolongarse unos centímetros más.

 Esto puede diferenciarte de otro tipo de novias  y queda perfecto para cualquier celebración.

Si estás planteándote si ponerte o no cola porque te parece pesado tenerla durante todo el banquete y la fiesta, no te preocupes porque existen las colas desmontables e integradas. Las colas desmontables, como dice su nombre, se puede poner y quitar del vestido de novia. 

Las integradas las puedes sujetar con ganchos o botones que incorporas en el propio vestido. Claramente esto va a ser más complicado si tienes una cola real o de catedral que pesan más. Háblalo con tu diseñador y hazte la cola a tu medida, que no sea muy pesada y que no te vaya a incomodar ni durante la ceremonia ni durante el banquete.